Elimina las capas de piel muerta.
Remueve el vello facial.
Brinda una piel suave y sedosa, como la de bebé.
Regenera las células nuevas.
Aporta uniformidad al momento de aplicar maquillaje.
Recupera el brillo natural del rostro.
Reduce las marcas de acné y arrugas leves, dando un aspecto rejuvenecido al rostro.